«MATAME. SI ALGUNA VEZ HAS SIDO MI AMIGO, MATAME». Desde hace tres semanas, Thomas vive en una habitación sin ventanas, de un blanco resplandeciente y siempre iluminada. Sin reloj y sin contacto con nadie, más allá de las tres bandejas de comida que alguien le lleva a diario (aunque a horas distintas, como para desorientarle). Al vigésimo sexto día, la puerta se abre y un hombre le conduce a una sala llena de viejos amigos. ùMuy bien, damas y caballeros. Estáis a punto de recuperar todos vuestros recuerdos. Hasta el último de ellos.
«Bienvenido al Claro. Verás que una vez a la semana, siempre el mismo día y a la misma hora, nos llegan víveres. Una vez al mes, siempre el mismo día y a la misma hora, aparece un nuevo chico, como tú. Siempre un chico. Como ves, este lugar está cercado por muros de piedra... Has de saber que estos muros se abren por la mañana y se cierran por la noche, siempre a la hora exacta. Al otro lado se encuentra el laberinto. De noche, las puertas se cierran... y, si quieres sobrevivir, no debes estar allí para entonces». Todo sigue un orden... y, sin embargo, al día siguiente suena una alarma. Significa que ha llegado alguien más. Para asombro de todos, es una chica. Su llegada vendrá acompañada de un mensaje que cambiará las reglas del juego.
Resolver el laberinto se suponía que era el final. No más pruebas, no más huidas. Thomas creía que salir significaba que todos recobrarían sus vidas, pero ninguno sabía a qué clase de vida estaban volviendo. Arida y carbonizada, gran parte de la tierra es un territorio inservible. El sol abrasa, los gobiernos han caído y una misteriosa enfermedad se ha ido apoderando poco a poco de la gente. Sus causas son desconocidas; su resultado, la locura. En un lugar infestado de miseria y ruina, y por donde la gente ha enloquecido y deambula en busca de víctimas, Thomas conoce a una chica, Brenda, que asegura haber contraído la enfermedad y estar a punto de sucumbir a sus efectos. Entretanto, Teresa ha desaparecido, la organización CRUEL les ha dejado un mensaje, un misterioso chico ha llegado y alguien ha tatuado unas palabras en los cuellos de los clarianos. La de Minho dice «el líder»; la de Thomas, «el que debe ser asesinado».
Asesinatos, una maldición... La Casa de Las Lenguas es la nueva novela del autor de El corredor del laberinto, un sangriento thriller de terror
David Player ha hechoátodo lo posible por olvidar parte de su infancia. Los asesinatos, las amenazas, el incomprensible odio que algunos sentían por su familia...
Y, sobre todo, el miedo que seárespiraba en la pequeña población de Carolina del Sur donde su amiga Andrea y él encontraron el primer cadáver.
Será ahora, al regresar al viejo caserón familiar, cuando David se vea obligado a enfrentarse a sus fantasmas y a retornar a un lugar que se juró no volver a pisar jamás: la Casa de las Lenguas.
La Casa de las Lenguas es la nueva novela independiente del autor superventas de El corredor del laberinto, una desasosegante y oscura historia de crímenes y de dos jóvenes que, por estar en el lugar equivocado, se ven envueltos en ellos.